La Secretaría de Cultura y Patrimonio de Barranquilla anunció que La Troja, el emblemático estadero que por más de cuatro décadas ha sido punto de encuentro de salseros locales y visitantes, entrará en el proceso para ser incluida como Bien de Interés Cultural del Distrito.
El anuncio fue realizado por el secretario de Cultura, Juan Carlos Ospino, durante la celebración del Día de la Salsa en Barranquilla, en la sede tradicional de La Troja, en la carrera 44 con calle 74. Ospino destacó que la medida busca preservar y reconocer el legado musical y cultural de este lugar, convertido en ícono de identidad barranquillera.
“Desde este martes iniciaremos el trámite para incluir a La Troja en la lista de candidatos a Bienes de Interés Cultural del Distrito. Queremos visibilizar y conservar los espacios que mantienen viva la esencia barranquillera”, afirmó Ospino ante un público que celebró la noticia con aplausos y congas.
El evento también rindió homenaje a Edwin ‘Guayacán’ Madera, fundador de La Troja y figura esencial para la cultura salsera en la ciudad. Madera, recordado como “el bacán de los bacanes”, convirtió la esquina del barrio Recreo en un santuario para la salsa. En la velada, estuvieron presentes su viuda Darlin Celis, sus hijos y decenas de “trojeros”, mientras la música de salsa clásica evocaba el espíritu del fundador.


El presidente del Carnaval de la 44, Édgar Blanco, resaltó que La Troja, aunque privado, es patrimonio colectivo de los barranquilleros: “Aquí se baila, se celebra y se comparte sin distinciones. Eso es lo que somos como ciudad”.
Fundada hace más de 45 años, La Troja ha testificado la transformación urbana y cultural de Barranquilla, albergando a músicos, melómanos y visitantes de todo el mundo y convirtiéndose en un punto clave para el turismo musical y popular del Caribe colombiano.
La propuesta de declarar La Troja Bien de Interés Cultural implica que el sitio entre en un proceso de valoración patrimonial sobre su importancia histórica, social y simbólica. De ser aprobada, recibiría apoyos institucionales para su preservación y estaría incluida en la red oficial de sitios patrimoniales del Distrito.
Para la Secretaría de Cultura, el reconocimiento busca no solo proteger el inmueble, sino también mantener viva la tradición musical y comunitaria que representa La Troja, donde convergen generaciones, clases sociales y culturas en torno a la salsa y la identidad colectiva.
La velada, colmada de artistas, gestores culturales y melómanos, concluyó al son de trompetas y soneros legendarios, confirmando que, más allá de cualquier resolución formal, La Troja ya está inscrita en el patrimonio emocional de Barranquilla.

